Por qué se le llama “Caballito” al peculiar vaso donde se bebe el Tequila.

En un principio los charros y caballerangos llevaban su ración de tequila para el camino, y aguantar las duras y largas jornadas de trabajo.

Siempre sobre lomos de bestias, solían llevar consigo tequila en unos recipientes llamados guajes —parecidos a ánforas por su forma y utilidad—, y lo servían en un cuerno de res al que llamaban el “cuernito”; familiarmente comenzó a conocerse también como “el caballito”, porque servía para el camino, transitado siempre a caballo.

Cuando se les preguntaba la razón de llevar el cuerno colgado, contestaban: “Es para el tequila en el caballito”.

Más tarde, el “cuernito” se convirtió en un vasito de cristal de tamaño y capacidad suficiente para dar cabida sólo a un buen trago de tequila.

En los últimos tiempos, ese vasito —cilíndrico o cuadrado— identificado como “caballito”, se convirtió en el vaso oficial del tequila, preferentemente de cristal, siempre pequeño y suficiente para un trago largo.

El tequila permite muchas veces dar rienda suelta a la creatividad de muchos cocteles.